Recordemos el famoso proverbio africano que dice “Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”. Esta es una verdad de apuño como diría mi padre. En mi caso particular, no solo el hecho de haber estado durante muchos años en el mundo corporativo, sino también el transcurrir de la vida misma, me ha confirmado que esto es totalmente cierto; los seres humanos somos sociales por naturaleza y necesitamos unos de otros para salir adelante y avanzar en la vida. Hagamos un repaso por diferentes momentos para confirmarlo.
Empecemos por la vida misma, por nuestro desarrollo personal; a todos, sin excepción, desde que llegamos a este mundo nos hace falta el apoyo y acompañamiento de los adultos; requerimos quien nos lleve de la mano hasta que nos podamos valer por sí solos, necesitamos personas que nos siembren unos valores sólidos, que además nos entreguen herramientas y nos guíen mostrándonos los mejores caminos para afrontar todo lo que desde aquí en adelante se viene.
A partir de este momento, en el camino de la vida, siempre vamos a necesitar apoyos en todo instante: En nuestra familia, formación, educación, salud, bienestar, crecimiento, desarrollo, y por supuesto, de una manera sustancial, en nuestra vejez.
Continuemos con la trayectoria profesional y laboral, aquí sí que es válido el titular de esta columna. No encuentra uno experiencias exitosas que partan desde la individualidad; cuando lo intentamos solos, la cuerda no nos dura mucho. Sin duda alguna, el trabajo en equipo ha demostrado que es el mejor camino. Cuando tenemos un foco claro, unos buenos compañeros y trabajamos coordinadamente, logramos los mejores resultados. En este proceso es fundamental poder contar con mentores que nos enseñen, nos apoyen y nos acompañen para lograrlo, obviamente con una buena dosis de humildad que nos permita recibir y entender todos los aprendizajes que de aquí se desprendan.
Partiendo de lo anterior, es imperativo entender que los desafíos que tenemos como región y como País los debemos asumir unidos, y para esto debemos hacer conciencia de las terribles consecuencias que está teniendo la profunda división que día a día se alimenta en nuestra sociedad. Unos y otros se han dedicado a destruir cualquier propuesta que sus contradictores plantean por maravillosa que sea, y la gran mayoría quieta, sin hacer nada, dejándose manipular a través del odio y del miedo, beneficiando con su pasividad la mezquindad de unos pocos. Esto no puede seguir pasando, es fundamental volver a trabajar juntos para recuperar la confianza en las instituciones y en la gente en procura de un fin superior, que no debe ser otra cosa que una Colombia llena de progreso y de posibilidades para todos.
Son muchos los intereses comunes que tenemos, y es allí donde debemos poner el foco, sin egoísmos, anteponiendo siempre el bien común, por encima de los intereses particulares.
No es tan difícil, solo es tomar la decisión de hacerlo y consolidar un gran movimiento que nos convoque a los que tenemos como objetivo el genuino bienestar y desarrollo de todos los colombianos, obviamente respetando lo que piensa cada uno, en un proceso de convivencia y de colaboración que nos garantice lograr objetivos comunes. Esta sociedad solo la arreglamos si estamos unidos; no tengo la menor duda que juntos es mucho mejor.
Luis Guillermo Buitrago Castro
Comunicación Estratégica y Liderazgo
luisgbuitrago@gmail.com